Mi primer misión ninja. ( Kyoshiko, rammsteiner, Lyell )

Temprano en la mañana me había llegado una carta de parte de las oficinas del Kasekage citándome en una hora específica a una zona cercana del desierto de Suna acompañaría a un grupo conformado por un jounnin y por dos gennins mas experimentados que yo en una misión de alta complejidad, me emocionaba el echo de que mi primer misión shinobi se tratara de algo complicado en lo que incluso mi vida podría correr riesgo.  Me preparé e elisté para salir cuanto antes, no llevaba mucho mas que mis básicas herramientas ninja y mi calabaza portadora de arena, no sería necesaria en este caso o por lo menos eso suponía ya que lo que íbamos a hacer lo llevaríamos acabo dentro del desierto, pero nunca estaba de más estar preparado para alguna situación X. Rápidamente llegué a mi destino, pro lo visto era el primero en llegar a el lugar, por mi emoción había llegado algunas horas antes de lo necesario así que tendría un poco de tiempo para pensar lo que diría a mis compañeros al momento de presentarme y también podría especular con lo que pasaría dentro de la misión.

La tranquilidad del interior de su hogar era un completo contrapunto al mirar el caos de gente que caminaba por la aldea de la arena en el día corriente, por suerte su estadía se encontraba distante del centro de la villa, de lo contrario el Kisei explotaría debido a su personalidad la cual buscaba cada vez mas seguido sus momentos de relajación solitarios, en cierto momento el rubio se había puesto a limpiar sus sandalias ninjas, pues en el entrenamiento de taijutsu que había realizado se había lastimado uno de sus píes y las había manchado con sangre, se encontraba realizando tal tarea sentado en una silla de madera dispuesta en la sala de su hogar, mantenía una postura bastante relajada mientras lo hacía, pero de pronto algo interrumpió su concentración, un ruido proveniente del otro lado de la gran puerta que oficiaba como limite entre lo público y lo privado en su vida, como si alguien hubiera saltado justo enfrente de su entrada, sin dudarlo dejo a un lado su sandalia y se dirigió hacía la puerta, y justo en el momento que se disponía a tomar el picaporte para abrir la misma de un tirón, justo por debajo se filtro una carta, quien hubiera provocado el ruido anterior era sin dudas quien dejaba la carta, aun así Lyell iba abrir para ver de quien se trataba pero justo en ese momento mientras observaba el papel que acababa de filtrarse notó plasmado en su centro el kanji del viento, por lo cual dedujo que provenía del mando de la aldea, soltó la perilla de la puerta y se inclino para tomar la epístola .

Al abrirla evidencio para aclarar sus dudas de que se trataba de una misión enviada desde los subordinados por el kazekage, una misión especial y grupal, la misma mencionaba la tarea a realizar y el peligro de muerte existente en la labor, a su vez sus compañeros serían un jounnin de la aldea, el cual sería el líder y dos gennins, para su sorpresa conocía a uno de ellos, ese chico Rammsteiner con quien había echo aquellas misiones, sin dudarlo un segundo guardo aquel pergamino de misión, se coloco rápidamente sus sandalias ninjas, tomo su equipo ninja y tras beber un buen vaso de agua salió por la puerta de su hogar a toda prisa hacía el punto de reunión, pues la misión debía ser concretada cuanto antes y la hora establecida ya estaba próxima a llegar . No le tomó mucho llegar al lugar, tan solo tuvo que atravesar mediante impulsos de chakra gran parte de la aldea y del desierto, pero una vez en el punto de reunión pudo ver que allí ya se encontraba uno de sus compañeros - Quien sera, el jounin o uno de los gennins, pues que mas da, sera mejor empezar con el pie bueno - ... - Hola, soy Lyell, veo que llegamos temprano - .

Balanceaba mi cuerpo de un lado hacía otro, mis piernas estaban dobladas en una rama y mi cabeza apuntaba hacía el suelo. Observaba todo de cabeza, mis manos se balanceaban a su vez rosando la arena con suavidad. Estaba completamente aburrido, el día había comenzado mal justo cuando extravié mi libro preferido. No sabía con exactitud donde lo habré dejado por lo que estaba un poco asustado. Así que solo me digne a quedarme allí esperando algo interesante. Más como si de los cielos me hubiesen escuchado otro shinobi se acerco entregándome un pergamino. Allí aún de cabeza lo tome y le hice una especie de "señita" para que se largara. Era interesante la información de la misión. Tan solo faltaban cuarenta minutos para la hora exacta del punto de encuentro, ya que aquel se la sao todo el tiempo buscándome por la villa para encontrarme.  Enrolle de nuevo aquel pergamino y lo guarde en mi bolsillo... Más algo ya había allí, mire hacia mi bolsillo, más antes miraría la gran muralla que limitaba a toda la aldea. Proporcionándome una inmensa sombra, por lo que entendí el por que aún estaba vivo aquel moribundo árbol. Cuando registre en mi bolsillo, pues... Reí como idiota, ya que dentro estaba aquel pequeño libro el que había buscado en mi casa con tanto afán y sin mucho resultado encontrarlo. Todo este tiempo lo cargaba en mi bolsillo, vaya si que podía ser idiota en algunas circunstancias.

Metí el pergamino y saque el libro, allí sin más me baje de aquella rama y comencé a leer. Mis pasos eran lentos e inseguros, sentía las piernas flojas y estaba algo mareado. ¿Sería el efecto de estar tanto tiempo de cabeza, simplemente sosteniéndome por mis piernas?. Me dirigía hasta mi casa, al llegar me ducharía y me prepararía para la misión. Fue todo un lió para ducharme leyendo, en algunas circunstancias casi se me terminaba mojando ell  bro y cambiaba las paginas con un palillo a distancia. Estaba muy profundizado en aquella lectura... Ya que me ayudaba a escapar de la realidad tan monótona que vivía en ese día.

Cuando salí de mi casa me dirigía al punto de encuentro, tarde más de lo esperado. Llegando alrededor de quince minutos tarde, no tenía apuro por llegar temprano, ya que solo habían pasado quince minutos desde el especificado. ¡Por fin!, ya estaba justo donde era especificado, allí habían tres chicos, del cual tan solo conocía a uno. Era algo fastidioso, pero era preciso. Mientras los otros días... No tenía ni la menor idea de quienes carajos eran. Tal vez algunos otros zoquetes... Aunque había un jonnin entre ellos dos. ¿Quien sería?. Me acerque hasta ellos con movimientos casi sordos, pues no levantaba la arena ni tampoco hacía mucho ruido. Más cuando cerré aquel libro se escucho el sonido como "aplauso" provocado por este que daría por revelada mi presencia entre ellos. Metí ambas manos en los bolsillos, junto a aquel libro. Pues vestía con otra ropa nueva y limpia, junto con una chaqueta de capucha la cual le daba una sombra muy agradable a mi rostro. Y como siempre, cargaba mi afanada mascara que cubría alrededor del 80% de mi rostro. Aunque no me dificultaba nada a la hora de pelear, ya que solo se mostraba uno de mis ojos... Dejando el otro como una gran incógnita. ¿Lo tenía o no?. Solo yo lo sabía.

Holi, soy Chan y hoy seré vuestra torturadora, digo… Narradora. Que lo paséis bien.

Con los cuatro miembros del equipo de Sunagakure reunidos allí donde el Kazekage les había dicho, quizá por una buena razón, daba comienzo a la misión. El primer hito para lograrla sería encontrar la base de la supuesta banda. Una ardua tarea realmente complicada si no fuese porque al no correr una sola brizna de aire, la arena había guardado las huellas de decenas de personas yendo y viniendo por el desierto. La mayoría de una ruta comercial que llevaba hasta la aldea de Iwagakure atravesando el desierto del norte. Por lo que sería difícil encontrar alguna huella en específico, a pesar de que como mucho tendrían dos días las mas antiguas.

Antes de que se iniciase la pendiente de la duna en la que se encontraba el grupo de Sunakagure, un pequeño grupo de huellas se separaban del grueso a unos setenta metros de donde se encontraban, en dirección al este (izquierda). Donde a simple vista solo hay desierto. El rastro se pierde en el momento en que llega al borde de la duna. En el descenso de esta.
No parecían salir por ningún otro lugar, aunque tampoco se veía nada parecido a un edificio o entrada a una gran base como cabría esperar de una organización malvada de gran tamaño, en creciente expansión y liderada por un tipo misterioso.

Sobre aquellos caminos de huellas, el sol comenzaba a posarse en lo alto. Como un dios de fuego abrasador enfocado directamente a la arena del desierto, hacía que la temperatura del lugar se elevase por momentos, haciendo difícil la estancia en el lugar. Mas allá, había una pequeña aldea en la que las caravanas mercantes se paraban. Teniendo en cuenta la exactitud de la información aportada por el servicio de espionaje, lo mas probable es que se encuentre allí la entrada a sus instalaciones. La principal al menos.

(Perdonad la sosez del primer post, es el primero en mucho tiempo, espero que el resto sean mejores.)

Mis compañeros habían llegado, cada uno tenía sus peculiaridades, sin duda alguna eran tres personajes raros pero comunes a su manera, el quien supongo que todos identificamos como jounnin nos preguntó sobre nuestras habilidades, no me parecía del todo correcto siendo que eramos ninjas pero podría hacerles un breve resumen a mis compañeros para que supieran que esperar de mi, tal ves a alguno se le ocurriría algún plan o algo por el estilo. Yo soy descendiente del clan Sabaku no, por lo tanto mi habilidad natural es la manipulación de la arena, también tengo conocimientos de ninjutsu basado en el viento y algún que otro genjutsu.- Continuaba en mi posición con las manos en los bolsillos, era extraño el echo de que el viento no soplara en absoluto pero obviamente esto era beneficioso para nosotros, la recopilación de pistas sería mas simple, ( por lo general era imposible ) a pocos metros de nosotros se extendía un increíble y poco confiable para mi gusto camino de huellas humanas, me parecía algo bastante ficticio, pero era algo ... Con la arena del suelo formé sobre mi cabeza mi tercer ojo y lo envié a la altura máxima que este podía alcanzar, con el claramente pude notar como los pasos se desviaban a unos cuantos metros dejando atrás a los que parecían ser de los mercaderes y demás puesto que podía reconocer huellas de animales que se usaban para llevar cargas pesadas. Delante de nosotros hay un camino de huellas las cuales se dividen mas adelante, no se si querrán tomarlo como aunque sea un indicio dadas las coordenadas de la misión, pero creo que por lo menos es un dato que podemos tener en cuenta. Deshice mi Daisan no me dejando que la arena cayera al suelo, ahora esperaría a que se decidieran que hacer, sería demasiado arrogante y tonto de mi parte pretender tomar el liderazgo en mi primer misión.

daisan no me:

Ya se encontraba casi todo el grupo reunido, tan solo faltaba aquel chico tan perturbador que había oficiado como compañero del Kisei en misiones anteriores, el primero en tomar la palabra fue quien al mismo momento se presento como jounnin y líder del equipo, este mismo fue quien advirtió nuevamente a los gennins presentes el peligro que correrían una vez comenzada la misión, al mismo tiempo solicito al dúo que compartieran cuales eran sus fortalezas como shinobi, sus habilidades en si, cosa que a ningún ninja cuerdo le gustaría hacer, pues los secretos y naturalezas de sus propios poderes son celosamente guardados ante los extraños, aun así, debían hacerlo pues en eso se jugaban la vida . El primero en tomar la palabra menciono la procedencia y nombre de su sangre, un conocido clan de la aldea, manipuladores de la arena y personalmente él era un manipulador en conjunto, pues dominaba el elemento del viento, luego de eso, según el orden de llegada que se había establecido implicitamente, le tocaba hablar a Lyell, que diría el rubio sobre su clan ... - Que eh de decir, que soy un parásito literalmente, no creo - ... - Parece que me toca hablar a mi, bien, soy bueno para escabullirme, camuflarme, aprovechar las distintas circunstancias que se puedan presentar, además de un buen dominio del ninjutsu, por mi parte, suiton y comienzo a trabajar mi raiton - Claramente el Kisei había decidido ocultar por ahora algunos aspectos de su clan, en ese momento el chico que anteriormente había hablado se encontraba realizando alguna técnica con su arena, el mismo menciono que podía observar un buen rastro de huellas, cosa que Lyell también ya que era fácil notarlo, pero agrego un dato que no se tenía en cuenta debido al alcance de la vista del Kisei, aun así se mantuvo sereno y mantuvo su actitud desinteresada mientras aguardaban la llegada de Rammsteiner .