Problemas de abastecimiento - Misión C (Lyell//Rammsteiner)

El sol abordaba nuevamente la entereza de la aldea de la arena, por las rendijas de la ventana de un joven gennin se escabullían algunos rayos de luz, y como cada mañana estos impactaban contra los ojos del joven Kisei, aquello, en contra punto con la oscuridad de la noche, hizo que el shinobi despertara de su tranquilo letargo, acabando con su tranquilidad desde el momento en el que su conciencia retomo el mando de sus acciones, pues al sentir la luz sobre sus claros ocelos, se vio obligado a cambiar de posición, y minutos después levantarse de su cama . En ese momento, comenzaba el nuevo día para Lyell, sus mañanas eran bastante rutinarias, ir al baño y despejar los residuos del sueño en su rostro lavandoselo con algo de agua, desayunar y hacer algo de ejercicio, todo aquello le tomaba por lo menos las primeras dos horas de su día, mas algunos minutos que se tomaba para vestirse y alistar todo su equipo ninja, luego sin mas, salía por la puerta de su hogar decido a cumplir con las tareas del día naciente .

Una vez allí, parado en la entrada a su casa, se detuvo a pensar en lo que haría luego, entrenar o realizar misiones, lo pensó por algunos minutos hasta que alcanzó con su mente, que lo mejor que podía hacer debido a las circunstancias que se estaban dando en su vida, sería solicitar algunas misiones y así acercarse cada vez mas a su tan preciado ascenso shinobi . Se dirigió con suma tranquilidad hasta el edificio del kazekage, allí donde los chunnin y jounnin calificados por la sombra de la arena manejaban el papelerio correspondiente a cualquier labor encargado para la aldea, era el lugar donde uno debía presentarse para que se le encargara de primera mano alguna misión según el rango correspondiente a su alcance . El asunto no tomo mucho mas que algunos minutos, el joven se presento y pronto los shinobis le asignaron dos misiones del rango C, le entregaron en mano un cilindro de metal cuyo contenido eran los pergaminos que detallaban la información correspondiente a los trabajos asignados, pero al momento que Lyell se disponía a salir del establecimiento, una de las kunoichis, sentada a la mesa, la misma que le había encargado las misiones hacía tan solo unos segundos, elevo la voz llamando al joven Kisei de vuelta .
- Disculpa que haya gritado así, creí que no me escucharías, es que tengo una duda... ¿Acaso olvide mencionar que deberás trabajar en equipo con otro muchacho de la aldea? Pues como sea, su nombre es Rammsteiner y deben encontrarse en las puertas de la aldea, ahora si, vete de una vez -
Trabajar en equipo? aquello era algo nuevo para el joven Kisei, algo que no le agradaba del todo, pero en fin, si ese era el trabajo, sin dudas lo cumpliría con toda la responsabilidad de su ser, tan solo se limitaba a pensar como sería su compañero mientras saltaba por entre las edificaciones de la villa para alcanzar la puerta de la aldea cuanto antes, luego, una vez que se encontrara con su compañero, deberían ir juntos hacía el desierto a ayudar a aquellos aldeanos .

Movía mis piernas hacia delante y hacia atrás, no tocaba el suelo. miraba hasta abajo y algunos metros me separaban del asfalto. Movía mis dedos, tocaba algo solido, gire mi rostro hacía mis lados y vi las tejas del techo en el cual me encontraba sentado. Más luego como un centellazo, una luz cegadora se posaba en mi rostro,  puse mi mano hacía delante hasta que mi pupilas se adaptaran a la luz, podía ver el sol salir de entre las montañas, algunas nubes estaban a sus lados por lo que no permitía que la luz iluminase a la perfección. Aunque una hermosa vista ha de admirar en aquel momento, así que no me movería allí hasta que ya me aburriese, pues el haber esperado alrededor de dieciséis horas despierto habían valido la pena. Pues la noche anterior no tenía deseos de dormir, así que sentado en aquel techo me la pasaba contando las estrellas repetidas veces, ya que solía olvidar las que ya había contado por el exceso que había. Le lanzaba algunas piedras a los gatos que rechinaban tan asquerosa-mente, que podía darme alguna enfermedad auditiva si no paraba aquel sonido. Aunque lo exageraba un poco.

Reía un poco atontado, aunque al aburrirme de un salto baje de aquel tejado hasta tocar suelo firme. Vestía con algunas prendas blancas combinadas con el toque oscuro del negro, cargaba una chaqueta de color blanca, siendo el interior negro. Con una capucha la cual no dude en colocarme, cubriendo mi cabeza a la perfección creando una especie de sombra en mi rostro. Dejando tan solo visible, aquellos dientes relucientes y ordenados en dos hileras con un cierre, cerrado de por medio. Aquella mascara podía ser tan aterradora como normal, aunque eso dependía del punto de vista de las personas. Estaba un tanto aburrido, así que solicitaría una misión para el día de hoy, aunque anteriormente me había informado sobre una, así que iría a por la información de nuevo. Ya que la había olvidado en el transcurso de la noche. En el edificio del kage, en la planta inferior había algunos chunnin's y jonnin's encargados en el sistema de misiones. Así que no demoraría mucho, y más a estas horas. Cuando ya estaba adentro una de las chunnin me hablo.

-Tú eres Rammsteiner, ¿cierto?.- Me preguntaba ella a medida que revisaba algunas hojas, quizas era mi expediente. Así que tan solo afirme asintiendo mi cabeza levemente. Luego ésta me entrego un pergamino y me dijo que esperara en la entrada de la aldea, que un shinobi de mi misma clase llegara. Al parecer sería una misión en conjunto, esperaba que fuese interesante ya que si no... Bueno, no podía quejarme. Allí habían ya varios sujetos que parecían de alto nivel, aunque otro parecían tan débiles. Sin interesarme mucho salí de aquel edificio y a medida que me dirigía hacia la entrada, leía la información correspondiente de la misión.

En la entrada, me senté en una banca, tenía rato leyendo la información del pergamino. Hasta que llegue un momento detuve mi lectura y pensé en voz alta, algo inevitable. - ¿Pero que carajos es esto?. - Mencionaba, más al reaccionar, voltee la dirección del pergamino. Resultaba que estaba leyendo todo al revés.. Jajajajaja que patético podía ser en algunas circunstancias. Más esta vez si leía correctamente la información.

Avanzaba rápidamente por encima de las edificaciones de la arena, ya tenía al alcance de la vista la gran entrada de la villa, allí debería estar aguardando su nuevo compañero de equipo, impulsaba su persona mediante potentes zancadas mezcladas con chakra, las plantas de sus pies ejercían semejante presión sobre la superficie que al despegar de la misma el polvo se desprendía hacia los lados, su paso era ligero y por lo tanto alcanzó prontamente la posición tras un buen salto que lo coloco frente a la gran entrada, observo por algunos segundos el panorama, junto a él, comenzaba a llegar el grupo de aldeanos que serían escoltados, y allí, en suma tranquilidad se encontraba un joven de misteriosas características, pues su rostro se encontraba oculto tras una capucha, vestía un atuendo bastante peculiar que oscilaba sus tonos entre blancos y oscuros, debido a la situación presentada, Lyell, buscando averiguar la identidad del misterioso, camino unos pasos para acercarse a la banca donde descansaba aquella persona, coloco su cabeza de lado, como intentando alcanzar con su propia vista, el rostro de aquel muchacho, pero antes de alcanzar aquello, observo en las manos del shinobi, el mismo pergamino de misión que él cargaba, por lo tanto no hacía falta hacer mayores preguntas no conjeturas, aquel era su compañero sin dudas .
- Hey, hola, mi nombre es Lyell, veo que sostienes nuestro pergamino de misión, con los aldeanos aquí, y el día ya entrado en horas, sera mejor que salgamos cuanto antes para aprovechar las horas de luz, yo iré delante, alcánzame en cuanto estés listo -
Decidió ser serio y cortante con su compañero Rammsteiner, pues no contaba con confianza alguna debido a que acababa de conocerlo, luego de interactuar con aquel, camino hasta colocarse frente al grupo de aldeanos que estaban a cargo de la recolección de los suministros en el desierto .
- Buenos días gente, mi tarea y la de mi compañero será la de escoltarlos y protegerlos durante la recuperación de los suministros, les solicito por favor, por su propio bien, que ante cualquier adversidad allí en el desierto, hagan caso a cualquier orden dada por mi o por él - Decía el Kisei a la vez que señalaba a Rammsteiner - Ahora, sin mas, por favor recojan sus cosas y comenzemos con el viaje cuanto antes -

Pronto el grupo salio en hilera por entre la gran fisura que oficiaba con entrada a la aldea, dirigió su paso hacía el lugar donde recuperarían los suministros de la aldea, allí seguramente acudirían ladrones y saqueadores, y por lo tanto la seguridad de la operación cargaba sobre los hombros de Lyell y su compañero . - Rammsteiner, podríamos intercambiar identidades no crees? después de todo puede que luchemos codo a codo en este día, dime, que habilidades tienes ? -

En el transcurso de que leía aquel pergamino, podía notar los ciudadanos llegar. ¿Estos serían los que cuidaríamos en el transcurso del viaje?, así parecía aunque ya empezaba a fastidiarme. Aunque otro chico se acerco a mi, hablándome con un tono cortante. ¿Quien carajos se creía ese?. Alce mi mirada cuando este dio la espalda y se dirigía a hablar con los ciudadanos. Solo había retenido de lo que dijo él era "..Alcánzame cuando estés listo." Pues ya no sabía ni que hacer, tan solo guarde aquel pergamino en uno de mis bolsillos, me levante de allí y camine hacía donde él se encontraba hablándoles a los ciudadanos. Solté una leve risa algo malévola, cuando aquel chico les dijo que hicieran lo que yo mandase en cualquier momento. Mi único visible ante los demás, con aquel tono carmesí y con la esclerótica tan negra como el azabache daba a mi rostro el toque tenebroso en combinación con la mascara que cubría casi el  80% de mi rostro. Pude notar la expresión de miedo que algunos hicieron, más otros simplemente retrocedieron un paso, dudosos de mi estado.

Pronto saldríamos de allí a través de aquella inmensa fisura en los muros más altos que había visto en toda mi vida. En el transcurso de aquella entrada mire como un niño pequeño aquella edificación natural, aunque las palabras de aquel chico me empezaban a molestar, era como un interrogatorio. ¿En que nos ayudaría saber las técnicas de los demás?. Si en cualquier momento podíamos ser traicionados uno por otro. Era tan estúpido e incoherente como que el sol era verde, no no era verde. ¿Ahora entendían la idea que intentaba plantear?. - Un momento, ¿quien eres tú?. - Le mencione tan cortante, mientras la mirada de mi ojo se ponía casi entre cerrada. Sin duda no había prestado atención a la presentación que él tuvo conmigo. Por lo que no le diría lo que poseía como talento natural a un completo imbécil que tenía humos ficticios de líder.

Poco a poco comencé a alejarme, caminando pro aquellos sendero de arena y rocas, pero más que todo arena. Iríamos cerca de unos pueblos donde estaban modificados para la siembra. Allí era pequeño, poca población igual. Pero sin duda más fresco que nunca. AL parecer había traído mucha tierra fertil hasta allí, sembrando en macetas anchas y largas. La siembra estaba protegida con mallas que no dejaban entrar tan fuerte los rayos del sol, ya que si no se perdería muy rápido las siembra. Allí los ciudadanos sin duda comenzaron a recoger los frutos y vegetales, guardándolos en sacos y montan-dolos en una de las carrozas que iba con nosotros.  Allí luego dela recolecta aprovecharíamos a descansar un poco, refrescarnos y tomar fuerzas para regresar a la villa. A pesar de todo había sido un camino largo. Yo me encontraba acostado en la arena, al lado de un pequeño edificio que me daba basta sombra. El agua, simplemente me lo echaba en el rostro, por la zona de la boca e la mascara. El agua no pasaba con facilidad, algunos hilillos de agua en realidad entraban, mientras lo demás se terminaba deslizando por mi rostro. Esperaba la llamada para continuar.

off?:

Su extraño compañero no parecía tener ansías por debelar sus habilidades a un completo extraño, bueno, era lo mas obvio, nadie confiaría sus secretos a alguien que acababa de conocer, pero aquel había sido un intento forzoso por mantener una charla que claramente no sería fácil de mantener, pero para la sorpresa de Lyell, obtuvo otra pregunta en lugar de una respuesta - Quien soy yo? creo que acabo de decirlo hace unos minutos, pues, no tengo problema en repetirlo, mi nombre es Lyell, no hay mucho mas en mi, no soy una persona muy interesante como verás, y por cierto, deja de mirarme así, por si no lo sabías, la gente suele incomodarse - Decía el gennin a la vez que elevaba su mano señalando a Rammsteiner, aquella charla quedaría en ese punto al menos por el momento, pues comenzaban a apresurar el paso y pronto alcanzaron el pueblo del cual se abastecerían los aldeanos, allí se encontraban los suministros que luego deberían cargar de vuelta hasta la villa .

Ingresar en aquel pueblo era como ingresar a un país completamente distinto, pues estaba complementado y armado para ser un lugar factible para la siembra y la cosecha de vegetales, el aire allí era fresco y reconfortante, todos se tomaron un segundo para descansar, recuperar fuerzas y refrescar el cuerpo, mientras algunos aldeanos cargaban las carretas con productos, Lyell rehidrataba su cuerpo, a un lado, a la sombra de una estructura, allí en solitario se encontraba Rammsteiner . Tras un buen rato, considerando que ya había sido suficiente tiempo de descanso, Lyell alerto a los aldeanos y les ordeno retomar la formación en linea para retornar a la aldea, salieron del poblado, ahora con las carrozas repletas de suministros para la aldea de la arena .

El camino fue duro, pues el sol se encontraba en su punto mas alto, y con la mercancía en su posesión los shinobis debieron ponerse en alerta ante cualquier extraño que se acercara, tan solo para auyentar con las apariencias, Lyell realizo una serie de clones para asustar mediante el número de protectores, claro que estos eran meras ilusiones . Tras un buen rato de caminata por el desierto, alcanzaron nuevamente la gran entrada de Sunagakure, ingresaron y entregaron los suministros a los superiores correspondientes .
- Muy bien, Rammsteiner, aun queda mucho día, te parece realizar otra misión ? -