Un nuevo despertar [Chan y Toshiro]

Ya habían pasado unos días desde el incidente. Vagaba hacia un nuevo comienzo, lejos de todo lo que quedó atrás. Sabía que había entrado en el país de la roca, no tenía muy claro el por qué de ir hacia allí, quizá porque Amegakure es el lugar donde peor estaría, Konohagakure es demasiado caótica para mi… Yo soy una chica sencilla, con problemas sencillos: Quemé mi aldea, maté a mi única pariente que me quedaba y ahora debo empezar de nuevo. En verdad si eran sencillos, graves, pero sencillos.

Había llegado a la ladera sur de la montaña sur del país, tendría que atravesar un par de estas para llegar a la Aldea de Iwagakure, donde esperaba ser aceptada como una mas, pero eso el tiempo lo dirá, por ahora solo podía seguir avanzando en mi lenta caminata, pero algo me lo impedía.

Quizá por el cambio de presión atmosférica, el cambio de aires o de temperatura, necesitaba descansar un rato, porque entre otras, su cuerpo tan acostumbrado al calorcito del sol y la llama se estaba quedando algo frío al dejar el desierto, por lo que paró un poco, se recostó contra un gran árbol y se tapó un poco.

Dejé que el sonido de los pájaros acompañara mis pensamientos, el peso de las rocas que me rodeaban aplastara mis parpados y el calor que daba mi chaqueta envolviera todo mi ser, y así sin darme cuenta, me quedé dormida por primera vez en dos días. Aún era de mañana cuando me paré a descansar, por lo que sabía que no corría peligro por animales salvajes o cosas del estilo. Mi mente por fin se relajó y volvió a aquel día, en el que sin querer prendí fuego a toda una casa, estaba haciendo prácticas de tiro con shurikens cubiertos de chakra katon y los acerté todos, por supuesto. El problema llegó cuando una diana estaba lo suficientemente seca como para arder mas de la cuenta, como el fuego se extendió en nada de un sitio a otro, las casas ardiendo, los gritos de su interior. Aquellas llamas rojas, que emulando la vida me miraban fijamente y reflejadas en mis ojos, me despertaron.

La conocía a medias, a mi entender siempre había sido un problema, no comprendía como había logrado ingresar en la academia, sin duda alguna tenía un gran poder en lo que refería al chakra, pero no por eso merecía ser una kunoichi, no abocaba mucho tiempo de mi mente a ella, pero tenía una idea firme de lo que era o por lo menos lo que pensaba sobre su ser, una loca sin remedio. Unos incidentes en la aldea me hicieron reaccionar, como shinobi de suna tenía que acudir cuanto antes, las llamas automáticamente me indicaron "la peliroja", no tenía que anticiparme a los echos, obviamente podía haber miles de otras posibilidades, pero ... A toda velocidad subí a una construcción elevada, desde allí pude ver a la fémina cerca del punto en el que los disturbios se habían dado, esta parecía estarse marchando de la aldea, ¿me convendría dar aviso?, seguramente si, pero eso podría desembocar en un grave y triste problema. Me decidí a seguirla, sabía que su poder era mayor al mío, pero tenía bastante fe en mis habilidades shinobi, era consiente de que nuestro nivel era similar.
Cubierto con mi abrigo oscuro la seguí a lo largo de las fronteras del país del viento, no podía asegurarlo con exactitud pero parecía no saber a donde quería ir, sin embargo la seguía esperando hallar una oportunidad para poder acercarme. Tiempo después llegamos a el país de las rocas, en los límites fronterizos de Iwagakure no sato, la cual a mi entender era la aldea mas " militar " de todas, a lo largo de la historia siempre habían sido protagonistas en las guerras mundiales dado su número y capacidad para la guerra. Ella se recostó a descansar y decidí sentarme a su lado a esperar a que despertara, estaba a unos diez metros de su cuerpo sentado en cuclillas con los brazos cruzados, cargando mi calabaza de arena en mi espalda, había aprovechado para exparsir mi arena por todo el lugar cercano, poco tiempo después ella abrió sus ojos. Siempre me dio la sensación de que eras un problema, pero nunca pensé que llegarías a tal extremo, podrías darme una explicación para hacer lo que hiciste?.- Dije manteniendo mi posición, mi rostro mostraba la seriedad con la que trataba, el cielo estaba total y completamente despejado no había ninguna nube que presagiara lluvia, no la saludé para este punto me parecía que esas cosas estaban de mas, mis instintos estaban cien por siento alerta para reaccionar ante cualquier cosa que pudiera realizar.

No tuve un sueño agradable que digamos pero creo que el despertar, fue aún pero…
-Tu… No sabía que decir, de todas las personas en este mundo que podrían quedarse mirando mientras dormía debía ser él. Claro que bien pensado, no hay tantas personas con un extraño fetiche de mirar a la gente mientras duerme, si fuese a su pareja lo entendería pero… Traté de pensar en otra cosa, ya que se me ponía la piel de gallina solo de mirarle. Pervertido…

Claro que si había algo peor que tener a este patético individuo delante no lo conocía pero estaba a punto. Realmente me parecía absurdo, ya que había estado en la academia con él, a pesar de que me sacaba un par de años, por lo que o él era muy malo, o la nena era la leche. Posiblemente lo segundo. Pero algo cortó mi estado egocéntrico y me enseñó una cosa que el menda mirándote mientras duermes: Cuando comenzó a hablar.

-¿Acaso piensa que quemé a mi única familia a posta? ¿Acaso piensa que tengo ganas de hablar de ellos? Lo único que quiero en este momento es echarme a llorar, pero el mundo en el que vivo no me lo permite. Bueno, eso y pegarle fuego a algo, como siempre. Y con esa idea de destrucción una nueva chispa de color se encendió en mis ojos, con otro repentino cambio de humor, tan habitual en mí le miré directamente, ¿Realmente esperaba una explicación? ¿Qué pidiera perdón? ¿Yo? Este esta mas loco incluso que la menda… -¿Qué debería hacer… “Lo siento, fue un accidente y me asusté” Que era la verdad por supuesto, ¿Tal vez darle la vuelta? “Así que siempre te dio la sensación de que era un problema ¿No?” Descartada rotundamente, no tengo ganas de volver a pensar en este tio vigilándome cual acosador como hace un momento… Me erguí un poco en mi posición para mirarle de forma mas enfática y penetrante y añadir -Pírate Dejando claro que la sutileza no era lo mio. Gracias a Dios, la vergüenza tampoco.

Me levanté totalmente y recogí mi chaqueta, la cual había usado de manta un momento antes y me dispuse a seguir mi camino, tenía claro que no me dejaría en paz así como así. Obviamente si yo hubiese seguido a alguien todo un país de distancia, no me daría la vuelta por un simple vocablo grosero que me lanzara, daba por echo que él tampoco, por lo que ni intenté seguir andando.

Cuando esta comenzaba a herguirse saqué de mis bolsillos los cuales estaban junto a mis manos dos kunais, uno para cada una, los mostraba claramente en mis puños los cuales colgaban a los lados de mi cuerpo, mi intención era que estuvieran a la vista, al igual que ella yo también me paré, su respuesta no había sido para nada satisfactoria o por lo menos no aclaraba mis dudas, necesitaba saber que la había impulsado a irse de la aldea tendría que entablar dialogo si o si con ella, pero fuere como fuere no podría dejarla marchar, aunque por su bajo rango no conocía las cosas verdaderamente importantes de suna, tenía conocimientos de nuestra villa que no podían llegar a manos de Iwagakure ni ninguna otra aldea, por mas de que en estos momentos no estemos enemistados siempre había alguien que podría aprovecharse de ello. Nalaar san, solo se de ti que tu poder es abrumador, todos en la aldea somos consientes de ello, supongo que por eso se perdonaba tu torpeza innata, pero no se te puede permitir que te marches así como así, por lo menos necesito que me des un explicación para ello, mi intención no es matarte, pero si llegado el caso debo intentarlo lo haré, así que no muevas ni un músculo hasta que terminemos de hablar o tendremos que pelear inevitablemente. Mantenía mi posición, nuestra diferencia de 10 metros, ya había echo un una mirada general del lugar para estudiarlo a la perfección, no había muchas pero si unas cuantas rocas medianas, casi no existía la vegetación solo había unos pequeños matorrales de pasto que no servirían para ocultarse, tenía mi mirada clavada firmemente en ella, para como dije reaccionar ante el primer movimiento que hiciera. No me gustaba tener que tomar esta postura ante los nacidos en suna, pero era necesario.

Al ver sus kunai supe por donde iban los tiros, pero después volvió a usar su incesante palabrería, lo de que mi poder es abrumador, no lo diría así… No creo que fuera así No soy poderosa, es un talento innato nada mas. Y por supuesto que me marcharé sin decirle nada, es mi total intención. -¿Piensas pararme? ¿Acaso no has mirado a tu alrededor? Dejé caer las cosas que llevaba encima, algo de ropa y utensilios varios que saqué el día que me marché de Sunagakure y avancé un paso hacia él, levantando los brazos -No estamos en el desierto. Era totalmente verdad. Siempre había tenido una gran ventaja en todas las peleas, siempre rodeados de arena y polvo, pero aquí era distinto, estábamos rodeados de pequeños matorrales nacidos de la roca por todas partes, mas algunas piedras de gran tamaño, nada que volverse arena. -Esta vez el terreno no juega a tu favor.

Me adelanté otro paso en dirección a él. Todavía había unos 9 metros aprox de diferencia, por lo que solo podría atacarme a larga distancia y ambos sabíamos que no me ganaría a ese juego. -Te lo digo por última vez, lárgate y déjame en paz. Activé la técnica de los hilos de chakra y Soldado-san apareció justo detrás de mí. Para darle mas peso a mi propuesta de que se diera media vuelta y tocara el dos.

Este comenzó a avanzar lentamente hacia el enemigo y activé el piloto del lanzallamas de Soldado-san, que se puso en una pose militar, mirándole fijamente. -No me hagas pegarte fuego, es mi especialidad y esa calabaza tuya parece que no te pesa mucho.

Alargué mi mano en dirección a Soldado-san, pues aún estaba al alcance de poder tocarlo y puse mi mano sobre la pequeña llama piloto, notando el intenso calor, lo que produjo una gran sonrisa de satisfacción en mi rostro de forma instintiva. -Realmente adoro esta sensación.

Jutsus:

Esta comenzó sin embargo no se precipitó a atacarme, lo que me era indiferente yo le había echo una advertencia, que no moviera ni un solo músculo, esta decidió ignorarla lo que para mi dio el inicio al duelo ninja, pude ver como activaba una de sus marionetas la cual apareció detrás de ella. Con que el terreno no está a mi favor?.- Di un salto hacía atrás, alejándome aproximadamente tres metros mas sin despegar casi mis pies del suelo, osea sin elevarme demasiado, lancé mis kunais directamente al cuerpo de Chandra, ambos rumbo al pecho de esta, luego cerré mi puño rápidamente para que la arena que había exparsido previamente se reuniera al rededor su cuerpo y así se formara sobre ella mi ataud del desierto, tampoco sacaba la vista de su marioneta, realicé sellos de manos rápidamente para tener algo preparado en el caso de que esta hiciera algo raro, sin embargo sería muy dificil que chandra san pudiera mantener sus hilos de chakra conectados a su muñeco si fuera envuelta por el sabaku kyu, mi arena llegaría de todos los ángulos de nuestro alrededor, tanto de tras de ella como de los lados y por delante. Sin duda esta batalla en medio del territorio enemigo sería complicada, fuere como fuere el resultado tendríamos que irnos o por lo menos tendría que irme si no quería que me atraparan los shinobis de estas tierras.

ATAÚD DE ATADURA DE ARENA (砂縛柩, SABAKU KYŪ)
TIPO: NINJUTSU D
DESCRIPCIÓN: ES UNA TÉCNICA EN DONDE EL USUARIO UTILIZA SU DOMINIO SOBRE LA ARENA, CON LA CUAL RODEA A SU ENEMIGO Y LO ATRAPA DENTRO DE UNA GRAN CANTIDAD DE ARENA. CUANDO EL OPONENTE ESTÁ APRISIONADO BAJO LA TÉCNICA NO ES CAPAZ DE MOVERSE, DE ALLÍ PROVIENE EL NOMBRE "ATAÚD".
CHAKRA: -1 -1 MANTENER
ALCANCE: 20 METROS.
REQUISITOS: SER DEL CLAN SABAKU

Chakra 7-1 = 6

Y como siempre, su dichosa arena avanzaba hacia mí de todas partes, vaya novedad. Sus técnicas eran tan obvias que abrumaban, más fáciles de predecir que un Garen en las plantas, claro que esta vez no me lo esperaba tan rápido, por supuesto si me atrapaba estaría en un aprieto, como todas las veces que habíamos echo esto antes. Nos conocíamos de antes y sabíamos de que éramos capaces ambos. Solo que esto es distinto. Ahora no son practicas en la academia.

Hice que mi marioneta diese un giro de 360º para cogerme a mí y lanzarme lejos del punto de encuentro de la arena, por supuesto en dirección a mi enemigo. Mi marioneta es mucho, mucho mas fuerte que yo o que mi adversario, con bastante mas velocidad igualmente así que solo ella podría librarse tranquilamente y si había algo mas importante que salvar mi marioneta era salvarme a mí. Lo siento Soldado-san, te quedas atrás. En el momento que me despegué del suelo lancé cuatro shurikens hacia mi oponente, su control de la arena estaba condicionado a sus movimientos, al igual que mi control de las marionetas a los movimientos de mis manos, por lo que si le obligaba a bailar para mí, no bailaría para él. Cada shuriken tomó una dirección distinta para luego redireccionarse hacia su objetivo. Obviamente mi control por hilos de chrakra tenía mas usos prácticos que mover marionetas.

Al aterrizar en el suelo lancé mi justu estilo Katon: Benijigumo para así rodear a mi adversario y impedirle escapar a los shurikens, por lo que me limité a sonreír y ver como las llamas no solo envolvían a mi querido enemigo el cual disponía de la mitad de su preciada arena para pararlo todo, también comenzaban a consumir la escasa vegetación de nuestra zona de enfrentamiento, por lo que todo lo que ardiese me producía placer.

Comencé a andar en dirección a él, kunai en mano, el cual daba vueltas mediante la arandela con mi dedo índice izquierdo, pues era cuestión de tiempo que tuviera que defenderse y por tanto devolverme a mi querido Soldado-san. -Si te soy sincera, me encanta esta situación.

jutsus:

Chakra: 5(inicial) 4-2=2

Como esperaba aparentemente la estrategia tranquila no era parte de su ser, pero no podía negar que su creatividad era realmente increíble el movimiento que realizó me dio varias ideas que podría aplicar en el futuro seguramente, ya que precisamente ahora no estaba listo para realizar aquella maniobra aunque a decir verdad podría llegar a serme muy útil. No podía quedarme con las manos cruzadas, sin duda alguna aquella marioneta tenía fuerza y velocidad, sin embargo teníamos unos cuantos metros entre nosotros, cuando vi su movimiento y noté que esta se acercaba a mi con gran velocidad utilicé mi jutsu de Suna no tama, para que mi calabaza de arena se deshiciera por completo y rodeara mi cuerpo generando una barrera que me protegería de algunos de sus ataques pero sin duda no lo haría de su ataque de fuego. Como tenía previsto desde el inicio, su poder era superior al mío,estaba claro que como siempre tenía que arreglarmelas para salirme de esta de alguna manera, sin duda ahí estaba mi fortaleza el mantener la mente fría aunque esté envuelto en un infierno como el que chandra san acababa de liberar. Ya tenía pensado un plan, solo necesitaba unos segundos para prepararlo y usaría los datos que había recopilado previamente del ambiente para que funcione, en el momento que su poder de fuego tocara mi arena sin duda alguna mi barrera se desmoronaría y me reduciría a nada mas que cenizas si no actuaba con astucia y precisión, este momento era clave para el destino final de la batalla, por lo que preparaba un jutsu oculto dentro de mi esfera de arena. Mi sarcófago había aprisionado a su marioneta, esto representaría un gasto mas de chakra, pero era necesario mantener mi jutsu del sarcófago activo.

Jutsus.:

Chakra= 6-2 = 4

Como siempre esa bola de arena estaba ahí otra vez… Nunca fallaba, pero ¿Acaso piensa que los demás no nos sabemos ya los trucos? Posiblemente él me había visto luchar a mi tambien, claro estaba… Solo que mi forma de pelea es lo suficientemente ingeniosa y destructiva que no deja opción a la imitación. Por supuesto los shurikens golpearon donde esperaba que lo hiciesen, en la gran bola de arena, solo que esta vez tenía solo media calabaza ya que la otra media… Tenía a parte de Soldado-san, la parte con la que me había lanzado lejos de esa tumba del demonio.

Tenía claro que Soldado-san no saldría entero de ahí, claro que no lo necesitaba entero… Y sabía qué hacer, como si fuese la primera vez que nos pasaba esto. Mi jutsu Katon con efecto retardado se volvió una araña, tal y como lo había echo siempre y atacó de frente contra ese kínder bueno con regalo. Claramente no lo traspasó para dañar a su enemigo. De echo era una técnica de rango elevado, para gennin claro, pero no lo suficientemente potente para abrir ese cascarón, pero lo quemó y retorció lo suficiente. Me encanta que las cosas ardan así de bien por si solas, ya que de mientras comencé a tirar de la otra parte de Soldado-san, pero aun así decidí hacerlo con mi estilo propio. Utilicé la primera técnica de mi marioneta, por lo que el control de la misma se me dificultó un poco ya que estaba acostumbrada a usar una única marioneta y en ese estado era como llevar dos a la vez, pero no importaba, se deshizo a trocitos y así la arranqué mas fácilmente de la arena, aunque resultó bastante dañada y ensuciada por el proceso, algunas partes rotas y los depósitos chorreando… un verdadero desastre, aunque ya le daré una buena capa de chapa y pintura después. Por ahora solo lancé un Kunai contra el punto del huevo kínder donde a penas un segundo antes había impactado la araña de fuego y tirando de las piezas de Soldado-san se agolparon delante de dicho kunai cuando un simple “psss!” dio comienzo a la segunda técnica de Soldado-san mientras no solo se empapaba la arena con la gasolina del lanzallamas que salía del depósito, sino también se llenaba la zona de gas negro de la mascara, obviamente inflamable, por lo que si no hacía un cráter lo suficientemente grande, seguro que ese Kunai sería catapultado de adelante a atrás.

Y lo mejor de todo era que el señor arenero presa de su inquebrantable sabiduría y poder, ni siquiera habría echo su ojo para ver que pasaba fuera, sería mejor avisarle, tomé aire y grité con todas mis fuerzas mientras saltaba hacia atrás para alejarme: -¡Bombas fuera! y no llegué a acabar la frase cuando de pronto, mis oídos se cerraron, mis pulmones colapsaron y las retinas de mis ojos irradiaron. No llegué a tocar el suelo donde me propuse pues fui lanzada aún mas atrás hasta chocar contra una roca a bastante mas distancia de la esperada y me di cuenta de lo ocurrido, otro descontrol por mi parte.

Sabía que Soldado-san podría volver a montarlo, ya que estaba diseñado para esto, pero… ¿Y si me había pasado? Esto ya no sería un accidente, esto habría sido asesinato al 100% Porque quizá su arena hubiese frenado algo la explosión pero… ¿Lo suficiente? Bueno, y si el Kunai realmente le daba? Porque apuntaba al centro del huevo kínder, ¿Y si lo había atravesado? Ya que seguro que habría salido volando a una velocidad tremenda… Ni lanzándolo con fuuton se conseguiría algo así, mas que lanzado había sido disparado en toda regla. Mas luego todas las piezas de Soldado-san, diseñadas a modo de metralla para limpiar enemigos… Solo pude articular: ¿Aún respiras? Pues el gasto de chakra mas mi propia explosión habían causado algunas heridas decentes en mí, no querría saber como habría quedado él.

Tecnica Marioneta1:

Tecnica Marioneta2:

Hilos de chakra mantenimiento (marionetas x2 =-1)

Chakra 2-1=1

Sentí aquel enorme sacudón, sin embargo no había pasado lo que suponía, mis cálculos habían fallado levemente, después de todo para mi era por de mas obvio que su jutsu de katon derribaría mi escudo, pero a pesar de esto únicamente había logrado debilitar el efecto de mi jutsu generando dificultades en mi control sobre este, sus llamas " retorcieron " mi arena así generando grietas en su estructura dejando colarse la luz del sol por entre estas, también aumentó muchísimo la temperatura estos efectos eran claros y comprensibles después de todo la arena de mi calabaza era solo una porción de su total lo que había vuelto a mi barrera mas frágil y fina de lo que por lo general era. Se nota que ya no eres parte de nosotros ...- Para mi ella ya no contaba con la voluntad de quienes habitabamos en el desierto,ya podía notar como su espíritu había decaído, el poder de su ninjutsu lo demostraba, era el momento de demostrarle por que nunca tendría que haber dejado la aldea, la punta de un kunai apareció delante de mi rostro, este se había enterrado en la fina capa de arena que me resguardaba, sonreí dentro de mi globo, después de todo mi plan seguiría su curso. Caíste.- Apretaba los dientes esperando una señal, sabía que era cuestión de segundos el que mi barrera cayera puesto que ese kunai era la muestra de que tenía planeado seguir atacándome, pero estaba preparado desde el momento en que vi su accionar anterior. Se notaba que no dejaba de subestimarme, pude estuchar un grito proveniente de su voz cuando el kunai que había captado mi atención voló hacia mí generando un gran estruendo el cual hizo volar mi cascarón en miles de pedazos, pero este había sido mi plan desde hace tiempo, desde el inicio de la batalla había sacado la información de como lucía el lugar y me intercambié usando el kawarimi no jutsu, por una piedra de mediano tamaño que estaba junto al apresado soldado e inofensivo soldado, como estaba sujeto a mi jutsu era el lugar mas seguro para estar, al intercambiar mi posición automáticamente di un giro para ponerme en dirección a donde la acción se llevaba a cabo, podía ver la espesa nube de humo que se había generado y me mantenía alerta por un posible ataque desde ese punto con un kunai en mi mano derecha y con mi otra mano libre, me percaté también que la marioneta de Chandra ya no estaba aprisionada en mi sarcófago, por lo que deshice ese jutsu y con la arena de este volví a formar la calabaza de arena bajo mi brazo, tenía una poca porción de esta, pero la suficiente como para realizar cualquier jutsu de mi nivel.

Técnica utilizada:

Chakra: 4-1 Kawarimi = 3 ( no sabía si descontar el sarcófago de arena y el escudo, pero hablé con Aiden Hyuga( moderador ) y me dijo que no descuente por que la desactivo en este turno )

No sabía de donde demonios salió, pero ahí estaba, junto a aproximadamente un tercio de Soldado-san, la parte que no había siquiera intentado despegar de su prisión de arena, por lo que relativamente cerca de mi posición donde esperaba caer, por lo que no estuvo a salvo ni mucho menos, dado que de normal ese habría sido un punto fuera de la explosión pero no de la metralla, por lo que con el “incremento” que aportaron los dos depósitos, mi querido contrincante también se vio afectado por la explosión y claramente él no sabía por donde volaría la metralla por lo que, al contrario que a mi, una parte de Soldado-san le atravesó la pierna cuatro dedos por debajo de la rodilla y lo mandó a volar, mas o menos como a mi. Por lo que a mi mente vino una de sus palabras “caíste” pero creí conveniente no decirle nada, ya era suficiente para él ver como me podría ir de rositas, por lo que me levanté y tras toser una vez por el golpe. Recogí algunos de los pedazos de Soldado-san que estaban mas cerca y me dispuse a hacer lo mismo con el resto, sabía donde estaba cada uno, solo que un poco mas… lejos. Por lo que recogí todas salvo las que estaban cerca del lugar de aterrizaje aproximado de Uesagi en apenas un minuto a lo sumo, pues había echo esto muchas veces y las reuní todas, solo faltaría montarlo todo de nuevo, a excepción de una.

Me acerqué a mi contrincante y lo vi magullado. Fue en ese momento cuando supe que efectivamente era buena con las matemáticas, si le había tocado. -Bueno amigo… Al final no me detendrás. Me acerqué hasta él y señalé aquel trozo que había atravesado su pierna y ahora descansaba tirado en el suelo, junto a Uesagi, cubierto de sangre y un poco quemado -¿Me lo devuelves? Lo creas o no, no soy insensible, adoro hacer explotar cosas. Por lo que me acerqué todavía mas y recogí la última pieza de mi marioneta.

En verdad me sentía mal por dejarlo ahí tirado, por lo que me senté a su lado, me limpié la cara un poco (parte derecha) con la manga de la camiseta, aunque en verdad eso limpiase un poco mi ojo pero ensuciase el resto y con un tono serio, por primera vez en años le confesé: -Fue un accidente, no lo hice a posta. Maté a lo que quedaba de mi familia. Tuve que hacer una pausa, las palabras se me atragantaban y los ojos se me enrojecieron, por primera vez en muchísimo tiempo, no de ira. De dolor, sufrimiento, agonía, desesperación, lagrimas… Por lo que para retomar las palabras solo pude comenzar a gritar: -¿¡Qué querías que hiciera!? ¡No podía seguir allí! Y tras otra pausa, mas breve esta vez, en un tono mas relajado, mas digno de una kunoichi proseguí. -No me quereis allí, ya era un bicho raro, una pirómana, una loca… Un peligro. ¿Ahora también una asesina? ¿Cómo crees que me miraría la gente? ¿Acaso se dignarían a mirarme?

Sabia que algo no andaba bien en la aldea,llega a los oído de la uzumaki que una chica había asesinado a su familia,los había quemado,pero los aldeanos desconocían los motivo de por que los había matado de esa manera,lo cual llevo a pensar a jubei-que extraño¿por que lo aria?...siempre he admirado el poder que posee esa chica-pues jubei admiraba a la loca del fuego,no por ser una chica problemas si no que era la única kunoichi que no se la cree"linda" que solo se dedican a su estúpida belleza,como jubei es una chica curiosa y odia estar sin hacer nada,decide ir a saber mas sobre lo ocurrido,mientras caminaba vio algo que llamo su atención,era un chico cubierto quien salia de la aldea muy sospechoso-bueno lo de la loca de fuego deberá esperar...este chico se ve muy misterioso-cambiando su rumbo la uzumaki comienza a seguir al joven manteniendo la distancia,para que este no se diera cuenta de que estaba siendo seguido por alguien,jubei lo siguió por mucho tiempo alejándose bastante de la aldea,la joven mira hacia atrás-me aleje mucho-luego mira a su alrededor observando el lugar donde se encontraba,había muchas rocas y montañas lo cual indicaba que estaba cerca de la aldea de la roca,cuando cruza una enorme montaña la uzumaki se encuentra una gran sorpresa-la chica de fuego...después de asesinar a su familia intenta escapar..pero estoy muy lejos para avisarle a los ninja de la aldea sobre esto-,la joven se queda oculta detrás de una roca,por que veían sus ojos una batalla estaba apunto de empezar-una calabaza de arena.....la he visto en otro lugar-la batalla comenzó y ambos shinobis eran muy fuerte, ambos llevan un buen ritmo-sii, el chico de la calabaza esta en la academia ya se quien es-hasta que la chica le lanza un ataque en los pies-esto se esta poniendo feo sera mejor ir allá-jubei no escucho nada sobre la conversación que tenían ellos,lanza un kunai que termina clavado en el piso-Alto!! no se que pasa aquí,pero tu eres la chica de fuego,intentas escapar cierto?-saca sus dos espada,pero no tiene intensión de luchar solo de saber toda la verdad-escucha....no se si me conoces,pero soy muy buena con las espadas,mi nombre es jubei,también conocida como la pelirroja doble filos..ahora quiero saber por que mataste a tu familia y quiero una muy buena explicación-mantenía una mirada seria,sus ojos estaban sobre la chica de fuego..

Una onda expansiva me alcanzó, esta me sacó a volar por los aires, estaba un tanto lejos así que no me sacudió tanto como para generar daños significantes en mi cuerpo sin embargo una esquirla de la explosión alcanzó mi cuerpo dañando mi músculo gemelo de la pierna izquierda pocos centímetros por de bajo de la rodilla. Tsk.- No solté mi calabaza la cual aún se encontraba debajo de mi brazo y con mi mano libre me aferré al suelo lo mas que pude para sujetarme y no alejarme demasiado, aún tenía chakra para seguir peleando pero esta se acercó pacíficamente, no supe cual era el fundamento que ella utilizó para decir que no me la llevaría, ya que podía seguir peleando con mi herida, pero bueno, ella era así, la loca del pueblo, lo bueno es que ahora estaba abierta al dialogo, que era lo que pretendía desde que la alcancé.
Esta se puso a hablar de lo que había pasado mientras recolectaba las partes de su marioneta, incluso tomó la que dañó mi pierna luego de esto se sentó a mi lado, limpió parcialmente su rostro y comenzó a hablar entre lágrimas y posibles mocos. Solamente la miraba fijamente y escuchaba lo que esta tenía que decir, sin duda alguna no había aprendido nada en la academia, comprendía lo que le pasaba, pero no podía aceptarlo de ninguna manera. Primero debo aclarar que tengo el chakra suficiente para seguir peleando, si no lo hago es por que desde el principio estuve buscando que hablaras, personalmente creo que estas errada en varios puntos, por su puesto que yo no te quería en la aldea, ni te querré nunca como persona, pero eso es lo que yo siento, seguramente encontrarías mas adelante alguien quien apreciara tu forma de ser ... Con respecto a tu familia, somos shinobis del desierto, por lo menos yo y la mayoría no te hubieramos juzgado por ese accidente, seguramente muchos si, pero no tendrías que preocuparte por gente que no tiene nada que ver contigo, pero eres una cobarde que eligió la opción mas fácil la de irse dejando atrás sus problemas. De la nada un kunai apareció y se clavó entre nosotros, tras el llegó Jubei san otra kunoichi de la aldea, seguramente me había seguido hasta aquí, esta se posicionó para luchar contra Chandra, pero ahora debía intervenir. Jubei chan guarda tus armas, esta es una batalla entre Chandra san y yo, por lo que te ruego que respetes esto y te mantengas al margen ... Sonreí como hace tiempo no lo hacía.- Pero gracias por venir, no pensé que alguien de suna apareciera y es un alivio de que seas una gennin como yo y no un jounin.- Dije son moverme de mi posición me erguí y sacudí mi ropa del polvo, mi pierna sangraba un poco pero esta no era una zona que se caracterizara por sangrar mucho.