Entre fogones. (Misión D)

Al parecer mi segunda misión consistirá en ser pinche de cocina, esto era mucho mejor que estar rodeada de bichos durante la mayoría del día, no es que me queje de mi anterior misión la verdad es que los aldeanos fueron encantadores y me regalaron un montón de cosas por haberles ayudado, sin embargo prefería un trabajo en el que no tuviera que estar rodeada de bichos constantemente. Con un ligero suspiro me levante por la mañana y me arregle para ir al bar del señor Tatsumoto , al parecer a tenido un éxito abrumador y necesita que alguien le eche una mano para poder llevar acabo bien la regencia de su negocio. Por suerte para mi, se me daba bien tanto servir mesas como cocinar así que esperaba no tener muchos problemas a la hora de ayudar al señor Tatsumoto, sin embargo esperaba que tanto el como los clientes se portaran debidamente conmigo, al ser un bar no tenía muy claro el  tipo de gente que lo regentaba y que solía ir a tomar algo a dicho lugar así que tendría que ir con cuidado, no me apetece que una panda de viejos verdes y borrachos intenten meterme mano. Se que si eso sucede puedo pegarles hasta romperles los huesos, sin embargo no sería un buen curriculum. No tenía demasiado claro donde estaba ese lugar así que eche mano del mapa que me dio el Mizukage, no estaba muy claro pues nunca fue un gran dibujante pero esperaba poder llegar de una pieza a dicho lugar y a tiempo para el trabajo.

Tras andar durante un par de horas y perderme un par de veces logre llegar al lugar asignado, no tenía muy mala pinta el bar aunque tampoco era de lujo todo hay que decirlo. Con un ligero suspiro entre en el lugar y el primero en recibirme fue el señor Tatsumoto , al parecer el ya sabía que yo iba a ayudarle con su pequeño problema. Me dio una especie de uniforme de camarera y me dijo que me cambiara en el cuarto de atrás, lo hice lo mas rápido posible, la verdad es que no me fiaba de si abría agujeros donde algunos ojos curiosos pudieran espiar como me cambiaba de ropa . Una ve me cambie camine unos cuantos pasos hasta colocarme ante el dueño del establecimiento y preguntarle cual sería mi primera tarea, al parecer me encargaría de servir algunas mesas y de servir las bebidas mas que otra cosa, aunque por supuesto también serviría alguna comida después de todo en ese lugar también daban de comer, no era bueno que los clientes bebieran con la barriga vacía, eso provocaría muchos borrachos y daría mala fama al lugar. No es que este sitio tuviera una fama maravillosa pero al menos era un sitio limpio y agradable donde pasar un rato con los amigos tras una dura jornada de trabajo o tras salir de alguna misión. Las dos primeras horas todo fue bien, los clientes se acomodaban en los taburetes que recorrían la barra y pedían algunas bebidas que yo servía con prisa y al mismo tiempo bien echo, el señor Tatsumoto  estaba bastante contento con mi trabajo, sin embargo tras ese tiempo la cosa se empezó a torcer, llegaban mas clientes pero los que ya estaban allí de antes comenzaban a salirse de control debido al poder del alcohol.

Ya borrachos tras horas bebiendo gritaban, alborotaban e intentaban manosear a algunas de las camareras, aquel espectaculo me estaba sacando de mis casillas y si el señor Tatsumoto  no lograba terminar con eso lo haría yo, el problema es que yo seguramente terminaría por cortarle la mano a alguien antes de poder solucionarlo con palabras así que esperaba que el dueño del establecimiento tuviera la bondad de arreglar estos problemas antes de que saliera de control. Suspirando levemente y con lentitud continué sirviendo copas y retirando los vasos vacios que quedaban sueltos por la barra y las mesas, limpiaba el lugar y por supuesto fregaba y secaba los vasos para poder usarlos poco después para servir mas copas, al parecer en este lugar nunca se paraba pues las camareras se refrescaban bebiendo algún refresco mientras seguían sirviendo copas y los cocineros salían de vez en cuando a fumar un cigarro antes de volver a entrar y seguir cocinando. Nunca pensé que un trabajo que aparentemente resultaba sencillo pudiera ser tan sumamente duro y al mismo tiempo aburrido, creo que no pagan lo suficiente por el trabajo realizado, son muchas horas soportando a borrachos alborotadores que no tienen nada mejor que hacer que gritar sus penas e intentar meter mano a jovencitas desprevenidas que simplemente intentan hacer bien su trabajo. Ese tipo de gente realmente me repugna, pasaban las horas y este maldito trabajo se me hacía cada vez mas pesado, sin embargo debía realizarlo por lo que continué con mi labor sirviendo copas y preparando cocteles para los clientes del señor Tatsumoto . Estaba deseando terminar este trabajo, era duro, aburrido y el ambiente no es que fuera el mejor del mundo para alguien de mi edad, si al menos esos viejos borrachos no te mirasen como si te fueran a comer.

Las miradas lascivas de esos viejos me enfermaban cada días mas, al menos este trabajo estaba apunto de acabar y podría irme a casa, tras dos o tres horas mas, cuando el sol se había puesto y la noche estaba bien entrada pude irme a casa, calcule que serían las dos de la mañana aproximadamente y estaba realmente cansada, cuando llegue a casa simplemente me duche, me cambie y me metí en la cama, mañana seria otro duro día de trabajo.