Plagas (Misión Rango D)

Al parecer mi primera misión era lo mas asqueroso que podía haberme tocado, ya me vengaría después del maldito de Nasuke, no entiendo como mi padre me pudo dejar a su cargo, eso siempre serán una de las incógnitas mas grandes que rodean mi vida. Suspirando con tranquilidad me quede esperando a que llegara el que sería mi compañero en esta misión, al parecer iría con uno de esos ninjas amantes de los bichos para recoletar algunos cuantos y después exterminar al resto para que dejaran de comerse nuestros cultivos. El mayor problema sería deshacerme de todos esos bichos, no podía usar ningún jutsu todavía debido a que si lo realizaba cabía la posibilidad de que me cargara la mitad de la cosecha con una bola de fuego y eso seguramente haría que los aldeanos me persiguieran con horcas y antorchas para sacarme los ojos y venderlos al mejor postor. Puede que me ría en este momento de esta especie de "broma" pero no es ninguna broma, mucha gente busca apodersarse de los ojos que poseo, sin embargo no permitiría que nada de eso ocurriera. Mi mente divagaba aburrida hasta que aquel siniestro ninja llego y se coloco a mi lado sin decir una sola palabra, tan solo me di cuenta de su presencia cuando uno de esos bichos se poso sobre mi hombro. -Ya que vas a venir conmigo, haz el favor de mantener a esos bichos lejos de mi, la verdad es que no me agradan en lo mas mínimo y preferiría que estuvieran lejos- Tras aquellas palabras espere una respuesta de aquel ninja, sin embargo el simplemente asintió con la cabeza y se puso en camino, a lo que yo por supuesto negué con la cabeza por la falta de modales y me encamine a seguirle por aquellos senderos hasta llegar al campo donde teníamos que llevar acabo nuestra misión.

Caminamos un buen rato, al parecer ese campo estaba mas lejos de lo que yo pensaba y la verdad es que caminar durante al menos media hora con un tipo que no abre la boca es bastante incomodo y molesto. Me distraje mirando el paisaje ante nuestras narices, siempre me gusto mi aldea, sin embargo tras la muerte de mi padre todo era distinto, realmente no recordaba como fue aquello, no recordaba como murió mi padre, solamente sabía que el estaba muerto y que yo estaba a cargo de Nasuke el Mizukage. Las cosas ya no eran como antes, y tampoco me sentía igual que antes al caminar por estas calles, todo estaba mas vació y frío que de costumbre, pero supongo que es normal que me sienta así tras perder a alguien importante en mi vida. Al fin llegamos al campo donde tendría lugar nuestra misión, y no era broma eso de que estaba totalmente plagado de bichos, con una cara de tremendo asco me coloque un traje especial para que esos bichos no pudieran colarse dentro de mi ropa. El traje consistía en una chaqueta cerrada totalmente, unos pantalones hasta los tobillos que eran tapados a su vez por unas botas altas y por ultimo una especie de sombrero con una rejilla que impedia que los insectos pudieran acercarse a mi cara, la verdad es que no tenía nada en contra de esas cosas voladoras pero la verdad es que resultaban sumamente molestas. Cuando ya estuve totalmente lista me coloque los guantes y comenzó la verdadera misión, debía recolectar uno de cada raza para que ese ninja pudiera llevárselo y hacer lo que sea que hacen con ellos.

Comencé a correr por los senderos que dividían a los cultivos y mientras lo hacía iba cogiendo unos cuantos bichos y echandolos en una especie de jaula especial que me dio mi acompañante. Cuando ya estaba casi al completo la llevaba donde el estaba y el decidía con cual se quedaba y cual no servía, una vez que lo decidía procedíamos a la eliminación del resto, la verdad es que era un proceso bastante lento así que decidí hacerlo mas rápido, el ninja analizo la cantidad de insectos que no conocía y que deseaba recolectar y una vez supimos aquello fue mucho mas sencillo de realizar. Corría por todo el lugar recogiendo aquellos insectos que cumplian la descripción otorgada por mi  compañero de misión y se los entregaba, este trabajo no me gustaba en lo mas mínimo pero debía cumplir con mi deber. Una vez que todos los insectos fueron recolectados aquel ninja me dio las gracias y simplemente se largo dejando me a mi el resto de la misión, no me hizo ninguna gracia tener que encargarme de todo lo demás yo sola pero por alguna razón ya me lo esperaba. De todas formas no me fiaba de nadie así que no era una novedad que aquello ocurriera, suspire levemente e hice crujir los dedos de mis manos para después lanzarme contra esos bichos y comenzar a destrozarlos uno por uno gracias a un par de Kunais que tenía por hay y unas redes que me prestaron los aldeanos. Tras unas cuantas horas termine el trabajo, me sentía satisfecha y la verdad es que los aldeanos parecían muy contentos así que después de todo mereció la pena el trabajo y el esfuerzo realizados, cuando termine todo me quite aquel traje molesto y los aldeanosme invitaron a tomar algo fresquito y me regalaron un montón de productos naturales recién cosechados, supongo que le llevare algunos al Mizukage para que los disfrute también aunque aun no estoy muy segura, después de todo tengo que vengarme de el por mandarme semejante misión llena de bichos y cosas molestas que hacer.