[Mision C]Escolta ☠

por **Ainy HellGates** 2014-10-10, 1:42 pm

Era un hermoso día, las ojeras de Ainek no eran nada normales. Después de que una construcción justo al lado de su casa lo despertara, aquello había sido como si esa construcción se estuviera cayendo (Por lo menos el sonido que emitió). Fue tal que despertó de golpe a la muchacha quien tenia hermosos sueños los cuales no especificaremos en este post.

Molesta y refunfuñóna. La joven al ir a la puerta delantera de su hogar vio una pequeña carta de color blanca bajo su puerta ¿Desde cuando recibía correo?, eso era algo que nunca pasaba pero al ver la carta su aspecto cambio de molesto a feliz, por lo que muy curiosa abrió aquella hermosa carta, el contenido era nada mas y nada menos que una misión de escolta. La muchacha se sentía muy animada, ya que esa era su primera misión de escoltar, su primera misión que no tenia nada que ver con curar a alguien, cuidar personas, lavarle el culo a los ancianos, nada de eso. Estaba mas que motivado a cumplir con su deber, de manera casi instantánea corrió y se preparo para salir, tomando sus armas y vistiéndose.

Pero.. noto algo que no había leído en la carta – Dios mío santísimo, dame paciencia - murmuro mientras veía que en una parte de aquella carta decía “además antes de irse este mercader quiere ir a las montañas donde esta enterrada su difunta esposa” ir a un entierro sería mas aburrido que buscar una planta en lo mas remoto de una montaña, pero bueno. Alguien tenía que hacerlo.

Al salir de casa. La joven se encontró con el mercader que debía escoltar por el camino a la entrada de la aldea, aquello era.. Bueno, tenia mucho dinero obviamente, detrás de el venían 30 caballos con sus jinetes, no solo eso. Todos los caballos tenían carretas repletas con diversas cosas comerciables, aunque la vestimenta del mercader era muy sencilla, como las de una persona poco importante. Además se veía que el mercader tenia una buena musculatura en brazos y piernas – Probablemente camina mucho - pensó inocentemente la joven.

Ya todo estaba listo para partir, así que luego de llegar a la entrada y salida de la aldea y explicar el motivo de partida fue que pudieron continuar con su camino.
Habían llegado a las costas y el muelle del país de la tierra, no habían tenido mas problemas con aquellos ladrones luego de que la joven acabara con mas de la mitad de ellos, habían un gran número de comerciantes en el área –Maní, se vende maní- eran una de las cosas que se podían escuchar en aquel lugar.

- Bueno señores, espero que la experiencia los haya marcado, me despido. Pues mi misión termina en este mismo lugar y espero que culminen su viaje sin ningún altercado –

Dijo el joven, dando media vuelta y retirándose del lugar, cuando de repente a lo lejos.. – Ahh..- era el grito de una mujer, no solo eso. Al observar hacia esa misma dirección. Vio un gran número de sujetos armados, los cuales destruían las taguaras o mejor dicho los pequeños puestos que tenían los comerciantes en esos diversos lugares del muelle.

Era una enorme coincidencia, pues los sujetos que se acercaban justo al barco en el cual partiría Henry, eran iguales a los ladrones que había asesinado ainek en las montañas.

¿Qué querrían ahora, querrían venganza tal vez?, se preguntaba la joven, quien ahora esta vez, tendría que luchar solo contra unos cincuenta hombres armados, no eran shinobis pero de igual forma eran una amenaza y debían ser.. ¡Eliminados!

-Suban rápido al barco, yo me encargare de estos tipos- Murmuro alterado al mercader y sus acompañantes quienes se quedaban allí parados viendo, como si estuvieran esperando a que les quitaran sus cosas como unos bebes. Al escuchar las palabras del muchacho sus baterías se activaron, haciéndolos reaccionar, y uno por uno subir al barco por una enorme “tabla” de manera.

Los malhechores se acercaban como si se tratara de “Baywatch”, en cámara lenta.

Luego de varios minutos de espera, los sujetos estaban justo al frente de la entrada al barco, pero solo un shinobi les impedía el paso.

-Mocoso, quítate y te prometo que tu muerte será r.. – fue lo que exclamo aquella “cosa” que parecía ser el jefe de todos los ladrones, su aspecto peludo era como el de un mono, por lo que no se podía especificar ciertamente si era humano, un animal o un alienígena, lo cierto fue que luego de que el jefe, quien por cierto era el mas grande de todos ellos antes de terminar sus palabras recibió un fuerte golpe del shinobi, quien lo hizo caer sobre sus súbditos, incluso era tanto así que algunos cayeron de la tabla hasta el mar, mientras que otro se encontraban debajo de su enorme jefe, quien por su peso los estaba matando lentamente, el resto de aquellos criminales ni siquiera trataron de enfrentarse a la joven.

-¿Que hago con ustedes? tendré que asesinarlos o.. ¿se irán y dejaran de molestar a estas humildes personas?- Murmuro mientras miraba con desprecio a esos criminales, los cuales había comenzado a correr incluso antes de que el muchacho terminara sus palabras. Luego de que partiera el barco donde se encontraba el comerciante que debía escoltar la muchacha se fue tranquilamente hasta su aldea.
La misión había sido un total éxito y Ainek Mashiba regresaba a su aldea para así descansar un poco y darse un momento para el, mientras se acercaba a la entrada de la aldea, a la distancia pudo observar que varios guardias de la aldea se encontraban discutiendo sobre algún asunto, tal vez por algo importante. Al parecer algo había sucedido, los guardias hablaban de manera alterada unos a otros, y se encontraban amontonados.

Ainek mientras conversaba con uno de los sujetos que custodiaban la entrada, sobre el éxito que había tenido en su misión muy curioso se acerco hasta la conversación que tenían otro grupo de guardias, pues necesitaba informarse de las cosas que habían sucedido mientras había estado ausente. Probablemente era algo importante para el también.

- Madre santa, ¿Y ahora? ¿Qué vamos a hacer? - exclamo el guardia número uno, - Esto es muy malo -dijo el guardia número dos.

El muchacho no se pudo aguantar, simplemente no pudo ignorar aquella conversación, de alguna manera su intuición le decía que algo malo había sucedido.

- Disculpen, no puedo evitar escuchar su conversación, ¿pueden contarme que es lo que ha pasado? ¿Por qué tanto alboroto? - murmuro la peli negra con un tono agradable.

Los guardias se miraron unos a otros y se calmaron. Estos comenzaron a contarle a la joven Aineki que era lo que había pasado, al parecer una un grupo de maleantes secuentraron a un joven, ¿Las razones? Eran totalmente inciertas para ellos.

Para el muchacho podrían significar muchas cosas, o era una joven millonaria y querían sacar dinero a su familia, o probablemente era algo mas.. profundo para la compresión de los lectores, según los guardias lo mas probable era que estuviera en la cueva de los demonios, ya que es un lugar al cual nadie suele ir.

Ainek mashiba se ofreció para ir hasta aquel lugar y realizar otra misión, esta vez rescatar a una joven chica, la cual probablemente habría llevado a la cueva de los demonios. La joven sin mas tiempo que perder comenzó a moverse hasta aquel lugar y rescatar a el joven