Ficha de Ginkoss

por **Ginkoss** 2014-05-25, 6:57 pm

"Nombre del Personaje"

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"Datos Básicos"

Nombre Completo: Ginkoss Shirogane
Apodo: -
Edad: 21
Género: Masculino
Aldea: Sin aldea
Clan: Shirogane
Elemento: Doton/Katon/Fuuton
Especialidad: Ninjutsu/Fuinjutsu

"Perfil psicológico"

Estamos ante una persona bastante callada y muy reservada. No habla más que cuando considera estrictamente necesario. Esto da la impresión de ser serio, distante e incluso anti social. Ha demostrado ser frio y calculador. Entre las muchas lecciones que ha aprendido a lo largo de su vida están: “Preocúpate de ti mismo”, “No confíes en nadie” y “ El fin justifica los medios”. Como rasgo característico de su clan, suele desarrollar estrategias elaboradas, siendo raro que busque el enfrentamiento directo, prefiriendo guardar las distancias mientras maneja sus títeres. Entre sus habilidades más destacadas se encuentran el sabotaje, demostrando ser bastante hábil en el arte del sigilo y el escondite mientras perjudica a sus oponentes. También ha demostrado buenas aptitudes para los asesinatos discretos.

En lo que respecta a sus relaciones personales, considera que siempre es interesante disponer de buenos contactos, pues siempre es importante disponer de una red de información. No suele considerar a los demás como sus amigos y que esto ocurra es complicado de por sí. Teme que el abrirse ante los demás le vuelva vulnerable. Tampoco ha tenido suerte en el amor, por lo que ha cerrado su corazón ante la posibilidad de encontrar a alguien, aunque nunca se sabe.
Gustos: Debido a sus continuos viajes ha desarrollado un singular gusto por la libertad que le proporciona el conocer nuevos lugares y no sentirse atado a ninguno de ellos. Tambien le gusta estar bien informado, pues con ella se es capaz de saber todo lo que pasa en el mundo y actuar en consecuencia. En. ocasiones fuma, aunque no es muy habitual
Disgustos: No le gustan las familias felices y unidas. Posiblemente esto se deba a envidia, ya que su familia fue todo lo contrario. También odia cualquier tipo de religión y el fanatismo, debido a que fue la raíz por la cual su madre perdió la cordura e intento asesinarle.
Miedos: Le asustan la mujeres. No es que sienta pánico , es solo que prefiere evitar el menor contacto con estas. Esto, sin duda, es por los hechos acontecidos durante su infancia, dado que su madre, una mujer, intento matarle
Pasatiempos: Le gusta realizar el mantenimiento de sus títeres. También es aficionado a la lectura y los juegos de estrategia

"Perfil físico"

De constitución promedio, mide alrededor del metro ochenta y peso unos 70 kilos. Sus músculos están bastante marcados, pero no ha demostrado una gran fuerza en lo que se refiere al combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, toda esta musculatura le proporciona una buena agilidad y velocidad, lo que es muy útil para moverse por el campo de batalla con relativa facilidad y esquivar posibles ataques de ser necesario. Sus ojos son de un color verde turquesa y, por lo general, inexpresivos. Su cabello blanco, corto y despeinado, suele tapar su ojo izquierdo, aunque esto no le resta campo visual. También cabe decir que ha desarrollado un excelente oído. El trabajar con mecanismos ha hecho que lo desarrolle de sobremanera para identificar rápidamente que es lo que falla dentro de los mismos.

En lo que concierne a su atuendo es cuanto menos curioso. Normalmente lleva unos pantalones marrones bastante cómodos, aunque estos pueden variar de color. Son holgados y permiten el movimiento sin ningún tipo de restricción. También lleva una camisa blanca de botones y manga larga. Sobre esta lleva un abrigo largo marrón. Se ve bastante viejo y raido, pero a pesar de ello se siente cómodo con él, por lo que no tiene intención de deshacerse de él. Además, cuenta con una serie de bolsillos interiores que resultan bastante prácticos

Apariencia:

Detalle:

"Historia"

La historia de Ginkoss está lejos de ser una historia feliz. Como todas las historias, comienza con un nacimiento, una familia unida y que lo quería, lo primeros pasos, las primeras palabras… Pero cuando Ginkoss cumplió los cuatro años, las cosas comenzaron a torcerse. Para empezar, su padre los abandono sin ninguna explicación y sin dejar rastro. Ginkoss no era consciente debido a su corta edad, pero entre su madre y su padre se había producido cierto distanciamiento y las discusiones eran bastante frecuentes, aunque siempre intentaron que el pequeño no fuera testigo de ellas. Intentando dejar el pasado atrás e intentar comenzar una nueva vida, Ginkoss y su madre se mudaron a una humilde casa, en el País del Fuego. No estaba ni mucho menos en Konoha, si no que estaba en las afueras de un pequeño, al cual su madre se acercaba una vez al mes para comprar suministros y cualquier otro objeto que necesitasen para cubrir sus necesidades. Podía llegarse a decir que la vida se habría un nuevo camino entre la oscuridad del mundo, pero estaba lejos de la realidad. Después de que el padre de Ginkoss los abandonase, su madre era débil y muy vulnerable. Con el paso del tiempo termino por unirse a una secta religiosa, en la cual le lavaron el cerebro y termino siendo una fanática. Según ella, su Señor llevaría a sus elegidos consigo, a un mundo donde el hambre, la muerte y el sufrimiento no existían. Un mundo mejor, un mundo ideal el cual podrían habitar sin preocupaciones, pero claro, toda recompensa debe ganarse. Queriendo ir a aquel mundo que predicaban, la madre de Ginkoss participo en toda clase de ritos, entre los que se incluían orgias y sacrificios humanos. Claramente, todo intentaba hacerse con la máxima discreción, pero termino llegando a oídos de los gobernadores del país, los cuales ordenaron a los ninjas de Konohagakure que se encargasen de los miembros de aquella secta y terminaran erradicando aquella religión. Nuevamente, si querían sobrevivir tenían que huir y eso fue lo que hicieron. Terminaron refugiándose en el País de la Nieve, viviendo en un lugar muy aislado. El pueblo más cercano estaba a tres días de camino y eso cuando el tiempo era favorable. Ginkoss tenía ya ocho años. Su madre seguía demostrando su devoción hacia aquel dios de la secta a la que perteneció. Su locura llego hasta el punto de que empezó a escuchar a aquel dios, el cual le ordenaba distintas cosas con tal de que demostrara su verdadera devoción. En una de las “conversaciones que mantuvo con su dios, este la dijo que su hijo Ginkoss estaba corrompido por demonios, que con el fin de salvar su alma corrompida debía aislarlo de toda influencia demoniaca. Con tal de complacerle, la madre de Ginkoss encerró a su hijo en el sótano. Allí vivió durante tres largos años. Su única conexión con el mundo exterior era una pequeña ventana con barrotes por la cual entraba luz directa durante unas pocas horas al día. Una vez al día su madre le dejaba un plato con comida en la puerta del sótano y es gracias a eso que Ginkoss pudo sobrevivir. Sin posibilidad de huir y sabiendo la condición de su madre, se preparo para lo peor. Con los objetos que se encontraban en el sótano, se la ingenio para construir un primitivo muñeco de madera. Durante ese tiempo, también aprendió a manejar su chakra. Había oído historias de que los ninjas podían controlar esa energía vital para lograr proezas inimaginables. Su padre también fue ninja y durante el tiempo que estuvieron juntos le enseño un poco sobre el chakra y también le enseño los fundamentos más básicos, pero debido a su abandono, la educación de Ginkoss estaba incompleta y se vio forzado a perfeccionar sus escasos conocimientos lo suficiente como para manejar el muñeco que había construido con unos débiles hilos de chakra. Estaba lejos de ser un manejo perfecto, pero al menos conseguía que hiciese lo que quería con sus movimientos toscos.

Estaba a punto de cumplirse los tres años de cautiverio. Su madre le había llevado todos los días un plato con comida y con ello consiguió sobrevivir. Mientras tanto, se había preparado para lo peor, conociendo la locura que sufría su madre y, ciertamente, estaba a punto de llagar el día en el que su vida daría un nuevo giro. La madre de Ginkoss volvió a tener una de sus “conversaciones” con su Señor. Este le decía que hasta ahora, había cumplido con todo lo que le había pedido y por ello, estaba dispuesto a llevarla a su lado, donde vivirían en aquel maravilloso mundo libre de penas y desdichas, pero aun debía de realizar una nueva petición, la ultima. Una prueba de que su amor por el estaba por encima de todas las cosas, una prueba de que merecía la pena salvar su alma y gozar de una nueva vida, mas plena. Lo único que debía hacer era matar a su propia carne, manchar sus manos con su propia sangre, debía matar a Ginkoss, su propio hijo. Con ello demostraría que su devoción superaba incluso el amor que siente una madre por su hijo, uno de los vínculos más fuertes que existe en la naturaleza. Sin pensarlo, marcho a la cocina, tomo un cuchillo de carnicero y se dirigió a la entrada del sótano. Ginkoss, al verla, supo perfectamente que era lo que sucedía y cuáles eran sus intenciones. Los ojos de su progenitora estaban muy abiertos y junto a su macabra sonrisa mostraba hasta que punto había llegado a hundirse en el caos. El joven retrocedió, pidiendo, rogando, suplicándole a su madre que no lo hiciera, pero esta no mostraba ningún indicio de duda. Los ojos de Ginkoss se encontraban llenos de lágrimas, lágrimas de terror al ver que su vida estaba a punto de terminar. Se arrastro a una esquina del cuarto, hecho una bola, intentando hacer que su madre entrara en razón, mas todos los intentos era inútiles. Tan solo quedaba una cosa que hacer. Cuando su madre alzo su brazo, coronado con el frio y vil metal, el muchacho conecto sus hilos a su títere y lo lanzo contra el cuerpo de su madre. Está confundida, sin saber que estaba pasando, recibió el violento impacto del títere, el cual la golpeo con suficiente fuerza como para hacerla perder el equilibrio, con la mala fortuna de que aterrizo en un montón de hierros oxidados que la recibieron abriéndose paso entre sus entrañas hasta salir por el otro lado. La muerte no fue instantánea, pero era inevitable. Sus pulmones habían sido perforados y la sangre los encharcaba dificultando su respiración. Su estomago y su hígado también habían sido perforados. EL pueblo más cercano estaba a tres días de camino, pero aunque hubiera habido un medico en la sala, no podría haber hecho nada para salvar su vida. Mientras tanto, Ginkoss salió corriendo, sin mirar atrás. No había nada que le obligara a pararse. Corrió y corrió hasta que sus ensangrentados pies no pudieron más.

A partir de este punto, la historia de Ginkoss es desconocida. Nadie sabe qué fue lo que hizo ni a quien conoció. Lo único que se puede decir es que 7 años más tarde, el joven volvió aparecer, trabajando como un mercader ambulante y titiritero. Su arte con las marionetas había sido perfeccionado hasta el punto de que sus títeres se movían con total fluidez, como si se trataran de personas de verdad y no de unos simples cuerpo de madera manipulados por su amo. Lleva ya 3 años ejerciendo su profesión y aun no ha hecho nada que lo descubra como una amenaza, sin embargo, se trata de una elaborada tapadera que tarde o temprano terminara por revelar.

~by yK~

por **Amellie** 2014-05-26, 4:46 am

Por ahora no estoy segura si puedes empezar como Jounnin B D: por lo que esperare que Izuka o Tyson me aclaren si se te permitira hacerlo x_x lo siento

por Tyson 2014-05-26, 2:38 pm

Cambia la planilla a la oficial del Foro de lo contrario no se aceptara
Permiso concedido a rango y clase

por **Ginkoss** 2014-05-26, 3:02 pm

Editado -w-

por Tyson 2014-05-26, 5:52 pm

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