Ficha de Aka senju

Aka mide aproximadamente 1,75cm, su pelo originalmente era negro, pero debido a su estres sufrido poco a poco se a ido tiñiendo de color blanco, sus ojos son rojos, aunque en el izquierdo lleva un parche, su piel es de un tono normal sin llegar a ser pálida, su musculatura es definida debido a su entrenamiento físico. La ropa es bastante simple, una chqueta de color rojo con distintas tonalidades y unas finas líneas naranjas que la cruzan, la chaqueta queda abierta dejando su torso al descubierto, por detrás la chaqueta se abre a la altura del final de la espalda y a partir de ahí se extiende hasta las rodillas, las mangas son más largas de lo habitual y llegan hasta la mitad de las manos, pero al ensancharse no provocan dificultad alguna en los movimientos, los pantalones son largo y negros, con un par de bolsillos, lleva las típicas zapatillas negras, y en su pecho lleva unas vendas.

Tras esa apariencia de frialdad se esconde un hombre inquieto, casi hiperactivo, pero dispuesto a ayudar cuando es necesario. A veces a los demás, a veces solo a sí mismo. Es un poco bipolar en cuanto puede ser muy amable y atento cuando le interesa, en pos de su filantropía, pero en el fondo tiene una personalidad siniestra y con toques psicopáticos. Es esta su personalidad real y mas cruda, aunque no por esto su lado amable es falso.

El puede ser cruel y despectivo con aquellos que lleven una mejor vida de lo que merecen (aquellos que atentan contra ellos mismos sin fundamento o desmerezcan infantilmente lo que poseen), así como puede ser atento y simpático con aquellos desvalidos y desprotegidos. En realidad esto solo es por su interés personal. Es tan racional como impulsivo, y lleva su propia forma de vida, haciéndola valer incluso donde no sea factible el imponerla.

Se remonta a la pobre venidera del invierno, proviniente de Sunagakure no Sato. Sangre salpicaba cada ápice de gramo de la arena manchada por ese líquido tan vulgar, enrollado en una sábana cual tesoro feudal antiguo yacía el joven Aka. ¿Quién pensaba en que, su primer día residente a una vida tan pobre, podría ser aún peor si cabiese? Los cadáveres de sus difuntos padres a escasos milimetros de éste, con las manos entrenlazadas de ambos uniéndose en un punto de la mante que le acobijaba de todo y de nada a su vez. Sin embargo, un hecho trágico y mágico a la par sucedió: el inviduo que había propiciado tales acciones, cargó con el bebé, mirándole a los ojos mientras Aka sollozaba, sin entender ni comprender nada. Para Aka este mero día no sería absolutamente nada, mas para el agresor y el que se convertiría en su maestro, sí. Dejó colgada la bandana rasguñada que le representaba su odio a la villa natal de Iwagakure para adiestrar al pequeño.

Con una edad próxima a los treces, teniendo ya todo lo habido por aprender del individuo agresor, tomó una decisión: investigar sobre sus padres, pues él le había confesado siempre que era huérfano, cosa que no creía en ningún sentido. Descubrió, preguntando a los policias locales de Sunagakure que tenía razón en dudar sobre el que le había cuidado: había asesinado personalmente a sus progenitores. En ese apoteosico broche de psiquiatria, de un momento cumbre...por la noche mientras durmia su "sensei", le asestó diez katanazos en el esternón, terminando así con su patética vida. A raíz de ahí, su personalidad fue distante, fría..con un único propósito.