Buenos días, ficha de Kaede

No todo lo que brilla es oro

♠ Kaede:
♠ APODO: Inexistente hasta la fecha
♠ EDAD: 15
♠ GENERO: Femenino

♠ ESPECIALIDAD: Genjutsu
♠ ELEMENTO: Fuuton

♠ ALDEA: Sunagakure
♠ CLAN:  Nara
♠ RANGO: Gennin

♠ DESCRIPCIÓN FÍSICA:
Una chica de larga melena de cabellos dorados, siempre cuidados y peinados, que suele decorar con un lazo azul, posee unos ojos de color castaño oscuro que siempre están atentos a todo lo que pueda pasar, relativamente bajita al medir 160 centímetros más o menos, tiene una diminuta nariz y una boca también pequeñita, que junto a unas mejillas que tienen tendencia a sonrojarse cada dos por tres y unos pendientes de color rojo le dan unos aires de joven inocente e inofensiva en la inmensa mayoría de situaciones del día a día, tiene una piel fina sin apenas imperfecciones cuya palidez es exagerada, no posee un cuerpo para nada musculoso ni fuerte, aunque para la edad que tiene está, que digamos, un pelín más desarollado de lo que sería normal.

Su forma de vestir es variopinta, ya que no tiene prendas favoritas, si bien es cierto que tiene tendencia a usar ropa de tonalidades claras y a abusar del uso de faldas que le llegan hasta, aproximadamente, a la altura de las rodillas para estar más fresca en una villa cuyo ambiente es demasiado cálido para su gusto.

♠ DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA:
Desde siempre fue muy tímida a la hora de hacer amistades, no es para nada desconfiada ni fría, tan solo le cuesta dar el primer pasito para iniciar una conversa con un desconocido, sin embargo apenas cuesta un minuto hacer que se sienta cómoda hablando, y por ende, dicha timidad es bastante efímera si se dan las circunstancias adecuadas, es fácil de intimidar, todo sea dicho, aunque a la hora de defender los escasos amigos que tiene saca valentía de la nada y es la primera en tirarse de cabeza contra el peligro, aunque en situaciones de combate normales tienda a ser calculadora, le gusta tenerlo todo bajo control y que las cosas salgan tal y como lo ha planeado, sin embargo, es normal que le de demasiadas vueltas a todo y al final pueda pasarse diez minutos pensando sin llegar a una conclusión e ideas claras.

En el día a día normal es amable con la gente que conoce o con quien tiene tratos, ya sea el profesor de su escuela o un tendero, es la clásica chica que no mataría a una mosca y que siempre tiene una sonrisa en los labios, con sus amigos es más alocada, le gusta reirse y pasarlo bien, siempre activa y correteando de aquí para allá, como toda adolescente de 15 años.

♠ GUSTOS: Dormir, la ropa, los gatos, días lluviosos, entrenar.

♠ DISGUSTOS: Ramen, al igual que una buena amistad suya lo encuentra sobrevalorado, perder en un juego, quedar en ridículo.

Si bien nació en Konohagakure y aunque la sangre del clan Nara corra por sus venas, desde pequeña creció y vivió en Sunagakure, y ella se considera de dicha aldea, ¿Por qué? Porque sus padres biológicos la dieron en adopción por motivos que no sabe ni quiere saber a estas alturas, fue una familia de Sunagakure quienes la adoptaron cuando apenas tenía un añito.

Al ser tan pequeña no le costó mucho integrarse, ya que prácticamente lo hizo sin querer, a ojos de los demás era otra niña normal y corriente como cualquier otra, solo que de otro clan, sus padres, que eran marionetistas intentaron sin éxito enseñarle las artes de las marionetas, pero Kaede era completamente inepta para ello, jamás fue capaz de mover la más simple de las marionetas, ni a día de hoy lo ha logrado, sus nuevos padres se dieron rápidamente por vencidos en ese tema, pero lo aceptaron sin enfadarse y la cuidaron con todo el amor que una hija puede recibir, intentando guiara en las habilidades de su clan por poco que supieran sobre ello.

Una parte importante y a destacar de su historia sucedió cuando tenía unos seis años, correteaba alegremente y tatareando una canción infantil cuando ante sus ojos se encontró con otro niño en un estado lamentable que jamás había visto antes, rápidamente le compró algo para comer y se lo ofreció para después llevárselo a la casa de sus padres para que descansara, aseara y, en general, volviera a tener un aspecto relativamente normal, sus padres tambien se interesaron por ese pobre desgraciado y le preguntaron cómo había acabado tan mal, al escuchar su historia sintieron pena por él y, alentados en cierto modo por su hija, decidieron hacerse cargo de dicha persona, Nue, un chico de pelo lavanda, muy llamativo.

Desafortunadamente, hará unos dos años sus padres fueron a una misión de la que jamás volvieron, la joven no se vino abajo y gracias a la ayuda y compañía de Nue ambos han logrado mantener la casa y vivir dentro de una relativa comodidad gracias a los trabajos que hacían hasta el día de hoy, en el que siguen luchando para poder tener un techo bajo el que dormir, por mal que lo haya pasado en la vida siempre sonríe, y, a veces, se pregunta si su simpatía hacia los genjutsu es precisamente por todas esas malas experiencias que ha tenido.