Kanna Guren

De 1.60 mts de altura, 45 kg, de complexión delgada y tez blanca, con cabello azulado obscuro, lacio y largo que le llega a media espalda, con dos pequeños mechones que enmarcan su rostro, así como un flequillo que cubre parte de su frente, y que normalmente lleva suelto. De ojos blancos, y cejas delgadas, rostro alargado y fino, nariz pequeña y afilada, boca grande y labios ligeramente medianos. Brazos delgados aunque ligeramente musculosos, piernas largas y bien torneadas. Su ropa suele constar de una sudadera en tonos grises y lilas, un diminuto short, una blusa de red de forma y tamaño similar a la parte superior de un bikini, así como una blusa negra de tirantes en el mismo corte, y un par de sandalias de tacón pequeño, suele portar un pequeño bolso, fijado en uno de sus muslos, donde suele llevar armas pequeñas.

Se trata de una mujer sumamente despreocupada, no tiene reparos en hablar con desconocidos, aunque su forma de tratar a los demás es un tanto brusca, suele hablar con sarcasmo, si bien puede tachársele de ser una persona odiosa ante ésta actitud principal, para la gente que logra conocerla a fondo, puede encontrarse con una chica sumamente tierna y cariñosa. Esto, sin embargo, no impide que se comporte de forma un tanto imprudente y desvergonzada, pues pese a su edad, gusta de beber alcohol, su actuar suele meterla en líos constantemente que se acrecientan debido a su pereza. En secreto disfruta de admirar la luna, pasear bajo la lluvia, las rosas, los dulces y de coleccionar animalitos de felpa. De igual manera oculta con sumo celo su temor a los insectos. Es sumamente orgullosa y vanidosa, suele usar su atractivo físico para estafar a los hombres. Suele culparse por la muerte de sus padres y en ocasiones en soledad llora debido a esto.

Hija de una pareja de shinobis de la aldea de Kirigakure, un habilidoso ninja con poderes bastante raros para controlar los cristales y una kunoichi médico sumamente extraordinaria, Kanna fue la primogénita de esta pareja, que vivía a las afueras de la aldea. Si bien los poderes poco comunes de su padre eran su principal arma, difícilmente los mostraba, su padre había sido originario de otra aldea, sin embargo, el clan al que pertenecía su progenitor, causaba temor en el resto de los aldeanos y fueron exterminados de a poco, con lo que al final solo Arima Guren quedaba vivo, con temor huyó de su aldea natal, hasta que, completamente agotado, se topó por accidente con el entonces Kage de Kirigakure, quien al presenciar de primera mano las extrañas habilidades de aquel hombre, sabiamente decidió brindarle asilo en su aldea, sabiendo que aquel poder podría alguna vez ser útil a las líneas de la Niebla.
Una vez en la aldea, Arima Guren conoció a Yukino Miyazawa, una kunoichi con grandes habilidades médicas, el ambor entre ambos shinobis no tardó en surgir, por lo que a casi un años de haberse conocido, se casaron y pocos meses después ya sabían que esperaban un bebé, nueve meses después, su primera y única hija, vio la luz, decidieron llamarle Kanna y la pequeña se convirtió en su adoración, como era de esperarse para padres primerizos, con el avance del tiempo, y apenas la pequeña podía correr con libertad, comenzó a demostrar que había heredado las habilidades singulares de su padre, lo cual asustó al papá, pues en el fondo temía profundamente que su hija fuese objetivo de aquellos que habían deseado antaño acabar con su clan. Debido a esto, Arima, se negó rotundamente a ayudarla a desarrollar estas habilidades, la pequeña, de entonces 6 años, entristeció mucho, pues consideraba muy divertido aquello y debido a esto, comenzó a alejarse de su padre y buscó refugio en su madre, quién comenzó a enseñarle a leer y a controlar su chakra, lo cual despertó interés en la pequeña por las artes médicas, su madre comenzó a instruirla en cuestiones básicas de éste aspecto, y apenas aprendió a leer comenzó a leer los grandes tomos referentes a tratamientos médicos ninja.
Con un poco de pesar, su padre se percató de que no podría mantener a su pequeña hija alejada del mundo ninja, por lo que aun renuente, aceptó entrenarla, primeramente le implementó un entrenamiento físico básico, a fin de otorgarle fuerza, resistencia y rapidez suficiente, con esto, quedó claro para Arima que su pequeña hija no era muy buena sosteniendo combates cuerpo a cuerpo, pero si demostró buenas habilidades en combate a media y larga distancia, por lo que se enfocó en pulir estos aspectos, para después proceder a practicar las habilidades propias de los guren, el control y creación de cristales.
Su padre era sumamente estricto y pese ha haber aceptado brindarle entrenamiento aun se negaba a dejarla asistir a la academia, por lo que la entrenó por 5 años, en la privacidad de su alejado hogar. Cuando Kanna cumplió 11 años, y luego de presiones por parte de su madre, Arima accedió a dejarle asistir a la academia, con la única condición de que jamás,bajo ninguna circunstancia, mostrase sus habilidades con los cristales. Desafortunadamente, en un acto de vanidad, la chica dejó al descubierto su linaje, con tan mala fortuna, que un infiltrado de otra aldea, presenció aquello, y dio aviso a sus jefes, se trataba de quienes originalmente habían exterminado al clan.
Aquella misma noche, un grupo de ninjas mercenarios llegaron a su pequeño hogar y masacraron frente a sus ojos a su padres, justo cuando estaban por matarla a ella, un grupo de ANBU's enviados por el Kage detuvieron la masacre, la chica, bastante mal psicológicamente, comenzó a culparse de lo sucedido, por orden directa del Kage, la chica fue transferida a un departamento en la zona central de la aldea, sin embargo, sin ningún deseo ya, la jovencita se encerró y apenas si salia a buscar comida, tuvieron que pasar 3 años, para que aceptase la situación y volviese a encausarse, finalmente, al cumplir los 14, salió de su pequeño apartamento y comenzó a entrenar por su cuenta, proceso que le llevo 1 año y medio para poder obtener su condición anterior. Reingresó a la academia y logró graduarse, aunque evidentemente, su actitud noble y amable había cambiado, se había vuelto un tanto cínica, y su nuevo objetivo se había dibujado, encontrar a quien había dado la orden de matar a sus padres, asi como quedar al servicio de quien siempre les habia auxiliado, el Mizukage en turno.

Es muy buena cocinera y disfruta leyendo, tiene una extraña obsesión por el orden y la limpieza, Siente un especial cariño por la aldea de Kirigakure debido a su pasado. Es sumamente perezosa, suele escaparse de sus tareas cuando le es posible.

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